sábado, 2 de noviembre de 2013

MANIFESTACIONES CLÍNICAS:

3. Afectación neurológica



El VIH puede llegar al sistema nervioso central (SNC) ya en las fases iniciales de la enfermedad y por lo tanto puede dar lugar a diferentes cuadros clínicos en cualquier momento evolutivo de la infección VIH-SIDA. El principal trastorno neurológico que produce el VIH es una encefalitis subaguda con curso lentamente progresivo hacia la demencia; diversas técnicas pueden demostrar anormalidades de la sustancia blanca y atrofia cerebral.

La encefalitis subaguda puede corresponder a lo que, desde un punto de vista clínico, se ha llamado 'complejo con demencia del SIDA' (CDS) si bien éste podría incluir otros procesos mientras que la encefalitis subaguda corresponde a unos hallazgos morfológicos específicos inducidos por el VIH consistentes en atrofia cerebral generalizada y cambios inespecíficos gliales junto con elementos celulares típicos.

Clínicamente se caracteriza por la aparición de un cuadro de demencia de instauración subaguda que se acompaña de trastornos conductales y alteraciones motoras. Aunque se presenta habitualmente en fases avanzadas del SIDA puede ser incluso la primera manifestación de la enfermedad. Entre sus rasgos clínicos más destacables se incluyen bradipsiquia, pérdida de la memoria para los hechos recientes y alteraciones de la marcha. En las fases iniciales se puede encontrar apatía, depresión, cambios de la personalidad, temblores e hipertonía.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS:

2. Linfomas en la infección VIH (LNH)


Por lo general, los pacientes inmunodeprimidos presentan con mayor frecuencia linfomas no hodgkinianos (LNH) y los pacientes VIH+ no escapan a este hecho representando, después del sarcoma de Kaposi, el tumor o neoplasia más frecuente en los pacientes con infección por el VIH.

Su aparición está ligada al grado de inmunodeficiencia; suelen aparecer tarde en la evolución de la infección por VIH cuando el estado inmunitario se encuentra muy deteriorado. En la patogénesis de este tipo de linfomas en el paciente VIH+ no parece influir el retrovirus de un modo determinante; se hipotetiza con una disfunción inmunológica que sería la respuesta a una estimulación policlonal sostenida de linfocitos B por acción directa de repetidas infecciones, especialmente víricas, que facilitarían la aparición de translocaciones cromosómicas que afectarían a oncogenes.

Los LNH pueden presentarse de muy diversas formas. En general deberían sospecharse cuando existen adenopatías de crecimiento rápido, masas tumorales de cualquier localización, hemorragias gastrointestinales, trastornos de la conducta con o sin focalidad neurológica. Además debe tenerse en cuenta que puede aparecer junto con diferentes infecciones u otras neoplasias y que por lo tanto sus manifestaciones clínicas pueden ser muy variadas.

La afectación extraganglionar es casi la regla (75-100%): médula ósea, sistema nervioso central (SNC), tubo digestivo e hígado. Especial mención merece la afectación del SNC en el que se puede dar en el contexto de un LNH sistémico o como un LNH cerebral primario (LCP), entidad que constituye el 25% de los LNH en los pacientes infectados por el VIH. Se observa letargia, confusión, trastornos de la conducta, de la atención y de la memoria; las alteraciones motoras son más raras a diferencia de la infiltración del SNC en el curso de un LNH sistémico.


MANIFESTACIONES CLÍNICAS:

1. El sarcoma de Kaposi (SK)

Es la neoplasia o tumor más frecuente en pacientes con SIDA. Aunque en ocasiones afecta a pacientes VIH+ que son usuarios de drogas o hemofílicos, e incluso a personas que han adquirido la infección por contagio heterosexual, fundamentalmente se ha encontrado en varones homosexuales, sean o no portadores del VIH.
Al presentarse como lesiones visibles presenta un importante problema social ya que se ha considerado como un estigma del SIDA. Puede afectar la calidad de vida de los pacientes de diferentes maneras; el edema asociado al SK puede ocasionar dificultades para la deambulación, las lesiones dolorosas o voluminosas en la cavidad oral pueden dificultar el habla y la deglución, las lesiones en cara pueden ser causa de desfiguración y acrecentar el aislamiento social. Además contribuye de un modo importante a la mortalidad de las personas con SIDA.

Las manchas del sarcoma de Kaposi se encuentran típicamente en la mitad superior del cuerpo: cabeza, cuello y parte alta del tórax, aunque pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo. También es frecuente la afectación de la mucosa de la boca, sobre todo del paladar.
La presencia de edema o ulceración, afectación extensa de mucosa oral y la afectación visceral distinta de la ganglionar son considerados como factores negativos del pronóstico.
En general, si el SK sólo afecta a la piel, la enfermedad no puede ser causante de muerte. Si el SK se disemina, sin embargo, los tumores pueden ser suficientemente grandes como para causar problemas serios: la afectación de la mucosa oral puede causar problemas para la ingesta de alimentos; en el estómago o los intestinos puede ser fatal, causando hemorragias internas y bloqueos de los órganos afectados; la afectación pulmonar suele ser rápidamente fatal; si el SK afecta a los ganglios linfáticos, puede causar una hinchazón severa de las extremidades, la cara o del escroto.