Para que se considere que la dieta es sana y equilibrada, esta debe incluir ciertos alimentos con la frecuencia y la proporción necesarias, de acuerdo además con las características específicas de la persona (edad, sexo, estado de salud, actividad física...). En el caso de los enfermos de SIDA se recomienda:
- Arroz, pasta, cereales, pan y patatas (cuatro a seis raciones diarias): son alimentos básicos que el paciente debe consumir a diario, y que le proporcionarán sobre todo energía.
- Frutas y verduras (cinco porciones diarias):son muy importantes porque aportan vitaminas, fibra y minerales, y refuerzan el sistema inmunitario, así que su ingesta es imprescindible para combatir las infecciones que acechan a los enfermos de SIDA. Es importante consumir una amplia variedad de estos productos, ya que cada uno aporta diferentes vitaminas y minerales. Así, las hortalizas y frutas de color amarillo, naranja, rojo, o verde oscuro (zanahorias, calabaza, albaricoques, melocotones, mangos, espinacas, pimientos verdes, calabacines...) son una importante fuente de vitamina A. Hortalizas y frutas como las naranjas, las mandarinas, los limones, las piñas, los tomates y las coles, entre otros, aportan vitamina C.
- Lácteos (leche, yogur , de dos a cuatro raciones al día): Son una fuente de calcio y proteínas.
- Carnes magras, pescados, huevos y legumbres:Aportan proteínas de gran calidad, y el enfermo debe tomar estos alimentos a menudo, a ser posible a diario. Ayudan a fortalecer los músculos y el sistema inmunitario. En este grupo se incluyen todas las carnes, las aves, los pescados, los huevos y las legumbres. Los alimentos de origen animal, como las carnes y el pescado, contienen también vitaminas y minerales, que favorecen el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
- Carnes grasas y embutidos:se deben consumir en menor cantidad, eligiendo los que menos grasa contengan.
- Agua:Es necesario que el paciente beba alrededor de 8 vasos de agua diarios, o más si tiene diarrea, vómitos, o fiebre, para mantener el cuerpo hidratado. Además de agua, el líquido puede proceder de alimentos como zumos, sopas, fruta... El enfermo debe evitar consumir café o té con las comidas, porque estos productos reducen la capacidad de asimilar hierro del organismo.