VIVIR CON VIH: UN TESTIMONIO PERSONAL
''No voy a ser exageradamente optimista y decir que es genial ser positivo (VIH positivo), pero a decir verdad, el haberme convertido en positivo es de alguna manera una de las mejores cosas que me han pasado. No estoy seguro de haber dicho lo mismo cuando tuve que enfrentarme por primera vez con esta discapacidad. Pero desde aquel momento, viajé e hice cosas que jamás habría podido hacer si la historia hubiese sido diferente.
Probablemente haya sido uno de los individuos mejor preparados (esto es, desde el punto de vista psicológico) y mejor predispuesto para recibir el diagnóstico. Estaba en compañía de prácticamente todos mis amigos más queridos, además de uno de mis mejores maestros, y me encontraba en uno de los santuarios de las "adas radicales" (en inglés radical faerie) de Oregon cuando me dieron la noticia. Inmediatamente formaron un círculo de curación alrededor de mí e hicieron una imposición de manos. Mi maestro, un nativo americano, me hizo una verdadera "descarnación," lo que fue increíble ya que yo estaba tratando de hacerme a la idea de que mi esperma y mi sangre ahora eran tóxicos. Literalmente cortó trozos de mi carne (pequeños trozos, muy pequeños…no me dolió nada) mientras permanecíamos sentados, y fumamos una pipa sagrada, y oramos todos juntos.
Sin embargo, debería decir que probablemente estuve clínicamente deprimido durante los dos primeros años de mi diagnóstico, y que estaba más ocupado en prepararme para morir que en prepararme para vivir. Entre las cosas que me llamaron a la realidad estaba mi querido amigo David, que también había recibido el diagnóstico prácticamente al mismo tiempo que yo, y con quien había viajado bastante. Estábamos tomando los mismos medicamentos, pero él la estaba pasando muy mal (yo nunca tuve problemas con mis medicamentos). Cuatro años después de haber recibido el diagnóstico, David estaba caminando con su hermana y su sobrino en San Francisco y, mientras estaban cruzando la calle, un auto pasó en rojo y David, mientras empujaba a su hermana y a su sobrino para sacarlos del camino, fue atropellado por el automóvil y murió. No hay garantías. Ni siquiera podemos garantizarte que vas a morir a causa del VIH. Yo solía participar en un grupo de discusión formado por muchos hombres VIH positivos, y los oía hablar sobre cómo descubrieron que eran positivos, y de que ahora se iban a morir…¿y antes no? Nadie sale de aquí vivo. Y existen otras enfermedades que son mucho más debilitantes de lo que el VIH es en la actualidad. Si tienes miedo a morir, trata de imaginarte por qué, y haz algo al respecto. Si tienes miedo a vivir, eso también tendrá sus ramificaciones. Haz algo al respecto''.
Éste es uno de los muchos testimonios de una persona con VIH, que nos permite comprender algo más dicha enfermedad y sus consecuencias en los que la padecen.
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