sábado, 16 de noviembre de 2013



¿EL TRATAMIENTO Y LOS CUIDADOS ESTÁN LLEGANDO A QUIENES LOS NECESITAN?



Una combinación de diferentes tratamientos antirretrovirales resulta ser eficaz a la hora de prevenir o retrasar la aparición de enfermedades y muertes relacionadas con el SIDA. Sin embargo, el suministro de estas terapias que duran toda la vida resulta complicado y costoso, hecho que aumenta la preocupación en torno al acceso al tratamiento en las regiones donde los recursos son limitados.
En los últimos años, se ha producido una revolución mundial en relación con la mejora del acceso al tratamiento.
La Declaración de Compromiso sobre el VIH/SIDA de 2001 estableció que el acceso equitativo a los cuidados y al tratamiento constituía un elemento fundamental para responder de forma efectiva al VIH.
En 2003, ONUSIDA y la OMS lanzaron la iniciativa “3 por 5”, cuyo objetivo mundial era suministrar el tratamiento antirretroviral (TAR) – que prolonga la esperanza de vida – a tres millones de personas seropositivas en países de ingresos bajos y medios antes del final de 2005.
En los países de ingresos medios y bajos, el número de centros que suministraban medicamentos antirretrovirales había pasado de 500 en 2004 a más de 5000 a finales de 2005. Además, entre 2001 y 2005, el número de personas que recibían terapia antirretroviral pasó de 240.0000 a unas 1,3 millones. Este aumento destacado sigue estando lejos del objetivo de alcanzar los 3 millones establecido por la estrategia “3 por 5”.
Los recientes esfuerzos sin precedentes para aumentar el acceso al tratamiento del VIH en todo el mundo consiguieron salvar la vida de 250.000 a 350.000 personas en 2005.
                                                           
La expansión del tratamiento está dificultada, ya que muchas personas no pueden costear los gastos relacionados con el tratamiento, o viven lejos de los centros de tratamiento.                          
Para aumentar la distribución de medicamentos antirretrovirales en las regiones donde los recursos son limitados, la OMS ha recomendado programas de tratamiento simplificados y normalizados, que incluyen el tratamiento primario, acompañado del tratamiento secundario cuando el primario no funciona.    



                        
El progreso hacia un acceso universal al tratamiento requiere esfuerzos en los siguientes ámbitos:
  • Aumentar el uso de servicios de asesoramiento y pruebas voluntarias del VIH, de manera que puedan diagnosticarse más casos.
  • Reducir la estigmatización y discriminación hacia las personas que viven con el VIH o que presuntamente corren riesgo de contraerlo.
  • Formar a un mayor número de profesionales sanitarios y hacer un mejor uso de los recursos humanos existentes (auxiliares sanitarios locales y otros trabajadores sanitarios de la comunidad).
  • Evitar la escasez de medicamentos, para asegurar que las personas que necesitan tratamiento antirretroviral lo reciban sin demora ni interrupciones.
  • Integrar los cuidados relacionados con el VIH con otros servicios sanitarios, como el diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis o los cuidados de salud reproductiva. Esto puede mejorar la calidad de los cuidados, además de aumentar el número de personas que utilizan medicamentos antirretrovirales.



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